Este 13 de Junio se celebra el día mundial contra el cáncer de piel, y como sabes, los lunares van muy de la mano con el melanoma, un tipo de cáncer de piel. ¿Y tú, ya te exploraste para identificar tu tipo de lunar?
En este artículo te explicaremos por qué aparecen en nuestra piel y cómo debes examinarte para identificar posibles lunares que no conocías.

Los lunares, también llamados nevos son crecimientos cutáneos que se desarrollan a partir de los melanocitos, las células que producen la melanina; el pigmento de la piel. Estas pequeñas manchas son grupos de células pigmentadas y suelen aparecer en nuestra infancia o adolescencia. Generalmente se tienen entre 10 y 40 lunares antes de cumplir los 50 años. A medida que envejecemos suelen ir desapareciendo.

 

Los lunares suelen ser rosados, morenos o marrones. Pueden ser planos o elevados. Generalmente son redondos u ovalados y no mayores que una goma de lápiz.

Una de cada diez personas suelen tener lunares atípicos, son aquellos que tienen una apariencia diferente a la normal, este se denomina nevo displásico. No necesariamente representa un problema pero sí es importante que se tengan en observación aún más que los normales pues tienen más probabilidades de convertirse en melanoma.

Las personas que tienen muchos lunares o que tienen varios de estos nevos displásicos deben hacerse un chequeo anual con su dermatólogo. Mientras tanto, te invitamos a auto explorar los lunares que tienes, sea cual sea su apariencia.

 

    1. Comienza explorando tu rostro
      Especialmente  en la nariz, los labios, la boca y las orejas. También por detrás de ellas.
    2. Revisa tu cuero cabelludo
      Se puede utilizar un peine para separar en capas el cabello. En el caso de una persona con calvicie, revisar todo el cuero cabelludo sería adecuado pues los rayos del sol que son una de las causas de la aparición de los lunares, estarán directamente sobre la zona. 
    3. Examina tus axilas
      Levanta tus brazos para revisar la parte interna de las axilas y toda la zona alrededor.
    4. Revisa las zonas expuestas al sol
      Como pueden ser las manos y los brazos, la zona de cuello, pecho y las piernas.
    5. Explora nuca y espalda
      Puedes ayudarte usando un espejo para mirar tu nuca y espalda, es importante hacerlo ya que son zonas que no vemos y podríamos pasar sin ver alguna mancha o lunar importante.
    6. Analiza la parte baja de tu cuerpo
      Esto incluye la parte de atrás de tus piernas, glúteos y planta de los pies, además de los dedos, uno por uno.

Este examen físico que te hagas tú mismo puede ayudar a ver si hay evolución sobre algún lunar y si fuera así, actuar con tiempo. De cualquier modo, si notas algo extraño sobre ellos, no dudes en acudir con tu dermatólogo.

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